Los diseños que presentó Halston, inspirados en los años 70, encajan a la perfección con el estilo desgarbado, pero de ninguna manera alocado, que adoptó la Semana de la Moda en Nueva York. Las modelos que posaban en sofás en el Museo de Arte Moderno parecían recién sacadas del legendario Estudio 54, el único problema es que Estudio 54 no es más que un icono retro y hace muchos años quedó fuera del negocio.
Entre las colecciones de otoño y primavera, el diseñador Marco Zanini le dijo adiós a la compañía, aunque lo más destacado es que dejó el escenario listo para los nuevos estilos, y sus asistentes pudieron interpretarlo.
El tema de inspiración para el escenario fue la creación del arquitecto Paul Rudolph para Roy Halston Frowick en 1967, frente al cual las modelos aparecieron rodeadas de conocedores del mundo de la moda, tomando champaña al ritmo de versiones actualizadas de famosas canciones de la era disco.
Y entre los elogios para los vestidos largos convertidos casi en playeras y una creación en rosado de un solo hombro que dejó con la boca abierta a más de uno, complementado con un corte de cabello a la Vidal Sasson, los editores, detallistas y estilistas se preguntaban cual será el próximo paso de Halston.
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